5 Consejos Para Respirar Mejor Si Vas a Correr Por la Montaña

Correr por la montaña no es igual que hacerlo en un terreno plano. Las subidas, pendientes y cambios de altura exigen mucho más a tus pulmones. ¿A veces sientes que te quedas sin aliento antes de acercarte a la cima? Tranquilo, si aprendes a respirar correctamente podrás recorrer los senderos con fuerza y sin fatigarse. Aquí encontrarás 5 consejos perfectos para controlar y adaptar tu respiración a los tramos exigentes. De este modo podrás aumentar tu resistencia y tener mayor comodidad en la carrera. ¡No dejes de leer!

 

1. Concéntrate en la respiración abdominal

Esto es importante para que los pulmones se llenen completamente de oxígeno. Al inhalar, debes percibir cómo el abdomen se expande en vez de únicamente el pecho; eso indica que estás utilizando bien tu diafragma. Gracias a esto, tu flujo de aire será constante y no te fatigarás en las subidas exigentes. La respiración abdominal también activa el core, lo que mejora tu estabilidad y postura. Cuando entiendas como respirar al correr, tendrás más resistencia y aliento, incluso si el esfuerzo es intenso.

2. Mantén el cuerpo erguido

Una postura erguida permite que tus pulmones se expandan al máximo y que tu respiración sea profunda y eficiente. También reduce la tensión en hombros, espalda y previene la fatiga innecesaria. Una columna alineada contribuye a dar zancadas fuertes y efectivas. Y, en terrenos irregulares, obtienes mayor equilibrio, reduciendo el riesgo de caerte. Esfuérzate por mantener la espalda recta y favorecerás la entrada de oxígeno a tu cuerpo, lo que aumentará tu energía y rendimiento en cada tramo del recorrido. 

3. Aprende a correr en descenso

La velocidad y el efecto de correr en descenso incrementan la demanda de oxígeno. Por eso, necesitas un control respiratorio diferente. En estos casos ten una respiración constante y profunda, evita hiperventilar, sea por la velocidad o la emoción. Flexionar un poco las rodillas y mantener el core activo hace que tu respiración sea estable y que tu cuerpo absorba correctamente el impacto de cada paso. Coordinar la respiración y la postura es clave para reducir la fatiga y bajar la montaña con seguridad. 

 

4. Exhala hasta el final para vaciar tus pulmones de CO2

¿Sabías que eliminar el dióxido de carbono de tus pulmones favorece la entrada de oxígeno fresco al inhalar? Es por eso que exhalar evita la sensación de falta de aire y optimiza la eficiencia respiratoria en los tramos exigentes. Claro, asegúrate de vaciar por completo los pulmones para que el cuerpo se prepare para recibir más oxígeno al inhalar. Esto regulará tu ritmo respiratorio y te ayudará a mantener la calma en cada esfuerzo.

5. No corras inmediatamente después de correr

Luego de un tramo exigente, es crucial dedicar unos minutos para que la respiración y la frecuencia cardiaca vuelvan a la normalidad. Por ejemplo, antes de retomar el ritmo, puedes caminar o trotar suavemente, así los músculos se oxigenan y eliminas el dióxido de carbono residual. Si permites que el cuerpo se recupere gradualmente, no sufrirás mareos, ahogos ni fatiga excesiva. Este tiempo de adaptación también evita la sobrecarga muscular y respiratoria para que la experiencia en la montaña sea segura y muy eficiente.

Conclusión

Respirar correctamente en la montaña no es lujo, más bien es una herramienta que puede transformar tu experiencia y rendimiento. Los cinco consejos que hemos mencionado, como concentrarse en la respiración abdominal y tomarse unos minutos para recuperarte, te ayudarán a terminar la carrera. Tus músculos reciben oxígeno y tu energía no se agota. ¿Por qué jadear cuando puedes disfrutar de cada sendero solo haciendo pequeños ajustes?